19 de enero de 2014

A los héroes sin nombre, Federico Bermúdez

Vosotros, los humildes, los del montón salidos, 
heroicos defensores de nuestra libertad,
que en el desfiladero o en la llanura agreste 
cumplisteis la orden brava de vuestro capitán;

vosotros, que con sangre de vuestras propias venas,
por defender la patria manchasteis la heredad,
hallasteis en la lucha la muerte y el olvido:
la gloria fue, absoluta, de vuestro capitán.

Cuando el cortante acero del enemigo bando
cebó su torpe furia en vuestra humanidad,
y fuisteis el propicio legado de la tumba,
sin una cruz piadosa ni un ramo funeral,
también a vuestros nombres cubrió el eterno olvido:
¡tan sólo se oyó el nombre de vuestro capitán!

Y ya, cuando a la cumbre de la soñada gloria 
subió la patria ilustre que fue vuestro ideal,
en áureos caracteres la historia un homenaje
rindió a la espada heroica de vuestro capitán.

Dormidos a la sombra del árbol del olvido,
¡quién sabe en dónde el resto de vuestro ser está!
Vosotros, los humildes, los del montón salidos, 
sois parias; en la liza, con sangre fecundáis 
el árbol de la fama que da las verdes hojas
para adornar la frente de vuestro capitán...

No hay comentarios:

Publicar un comentario